Es muy raro que un programa que supera escasamente el 10% de cuota de pantalla en sus dos primeras semanas de emisión, consiga recuperarse y se convierta en líder del prime-tieme en las siguientes entregas. Pero esto ha sucedido con «Masterchef».
Aunque no ha sido fruto de la casualidad si no de una estrategia de programación por parte de Televisión Española. El ente público cambió su día de emisión de miercoles a martes para aprovechar el efecto arrastre de los partidos de la «champions» y la jugada les ha salido redonda. Fidelizó a la audiencia y ese millón de espectadores de más con respecto a los primeros programas, se ha quedado incluso cuando ya no ha habido fútbol.
Han apostado fuerte por un formato que se ha emitido con éxito en 145 países y han dado en la diana. Por ejemplo, en redes sociales han sido trending topic en todas las emisiones y han encabezado los ranking de comentarios por minuto. Además, el patrocinio cultural de «El corte Inlges» o «Bosch» han abaratado los costes de producción, por lo que «Masterchef» puede ser el gran acierto de la temporada de Televisión Española.
Aunque, como sabemos, del éxito al fracaso hay sólo un paso y de no haber sido por ese giro de timón, «Masterchef», hablando culinariamente, se podía haber quedado finalmente en agua de borrajas. ¿Y qué pasa tras Masterchef? De ello hemos hablado también en #Adictoalmando
Sin lugar a dudas un éxito de programa, muy entretenido y fácil de ver. Ayuda que no haya ningún corte de publicidad. Los jueces hacen bien su papel, los concursantes dan juego y, personalmente, creo que sobra la presentadora.
Para los aficionados a cocinar el programa se les queda corto porque realmente no enseñan cómo cocinar y eso es una pena, pero claro si lo hicieran ¿quién compraría el libro de recetas con el que dan tanto la tabarra?
Si, Eva Gònzalez sobra. Totalmente de acuerdo