Durantes algunos años los niños habían desaparecido de la televisión. Sólo raras excepciones como «Menuda Noche», el programa de Canal Sur, contaba con pequeños para los programas. Pero ahora están floreciendo en cadenas nacionales formatos con menores de edad. El último «La voz Kids«, que está arrasando en audiencia. Pero, ¿es ético utilizarles para ganar dinero, que es básicamente a lo que se dedica una cadena como Telecinco? Fuerzan a los niños a adquirir roles de adultos y les hacen pasar por situaciones para las que no están preparados: la frustración de no entrar en el programa o el chasco de no ser elegido por un «coach».
La asociación de usuarios de la comunicación siempre ha criticado que «esta fama efímera que obtienen los menores puede resultar perjudicial». Según Carmen González, «se les hace un daño terrible porque se creen importantes y compiten entre ellos para ver quién sale más en televisión». Más grave todavía, incluso se ha llegado a entrevistar a menores para hablar de casos como la desaparición de Marta del Castillo.
Hace poco también estuvo en antena «Masterchef» (del que hablamos en este blog) en su versión Junior. Ahí los padres exponían a sus hijos a la crítica de los millones de espectadores que veían el programa. He llegado a oir en círculos cercanos comentarios del tipo «ese era una marisabidillo» o «menuda niña más repelente». Comentarios que pueden llegar a los propios pequeños, algo que no es lo mejor para su desarrollo.
Está claro que todos en algún momento vemos esos programas, pero cabe reflexionar sobre si lo más adecuado es utilizar a niños en un medio tan bonito, pero tan cruel como es a veces la tele.