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FORMACIONES EN MARKETING AUDIOVISUAL

¿Eres de los que vendes un producto o servicio? ¿ Quieres  comunicarlo audiovisualmente de manera atractiva? Este tipo de formaciones «a la carta» están hechas para ti.
Soy Daniel de Castro. Periodista y comunicador audiovisual. Estoy especializado en marketing audiovisual, una rama clave para potenciar los canales de venta online. Descubre los beneficios que se derivan de adoptar una estrategia exitosa en este campo.

El videomarketing ya no es una opción, es casi una obligación. Google ama el vídeo y las redes sociales también. Entonces, ¿por qué no explorar todas las posibilidades para empresas o instituciones? 

DIRIGIDAS A…

  • Emprendedores que quieren aprovechar el potencial de las redes sociales.
  • Directores de marketing, directores de innovación o autónomos.
  • Profesionales que necesiten completar su formación en social selling.

OBJETIVOS…

  • Crear proyectos audiovisuales que consigan emocionar a los clientes potenciales de tu empresa o negocio.
  • Enseñar herramientas para la grabación de videos.
  • Aplicar consejos de imagen y actitud frente a la cámara.
  • Conocer las posibilidades del Storytelling de manera práctica.
  • Recibir el feedback de un profesional del mundo de la comunicación y el periodismo.
  • Aprender a poner en marcha una estrategia de videomarketing en plataformas como «Youtube».

FORMADOR…

Soy  reportero del programa  “Unidad Móvil” de Aragón TV. (Premio Iris de la Academia de TV), labor que compagino con la gestión de redes  corporativas y el blog “Adicto al mando”.

«HILL HOUSE»: ¿Mansión de los horrores?

«La maldición de Hill House» es la ficción de la que todo el mundo habla en los últimos meses. ¿Pero es una serie de sustos? ¿De miedo? Yo creo que se trata de una historia de traumas. Está claro que los amantes del terror, sobre todo del psicológico, encontrarán aquí su ración de sobresaltos. Pero, más que nada, es un relato bien construido y tratado con gusto.

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No voy a desvelar nada sobre el desenlace pero sí sobre la manera en la que te van preparando para él. Tiene un gran guión: no sólo por los diálogos sino también por cómo fluye todo. Es una narración que viaja por dos épocas a través de unas transiciones brillantes: el grifo que se cierra, un sonido de fondo o la apertura de una puerta. Eso, intuyo, obligó en rodaje a un trabajo de storyboard medido al milímetro. Y es que en estos casos cualquier cambio trastoca todo en montaje.

Para mi gusto el punto débil es la dirección de fotografía. Caras sobreiluminadas que parecen de telenovela más que de una producción con medios como es ésta de «Netflix«. Recuerda a «Mujeres Desesperadas«, lo que pensándolo no sé si es bueno o malo.
Los actores, lo bordan. La mayoría desconocidos, lo que favorece que te creas sus papeles. Los más reconocibles son un madurito Elliot, el niño de «ET«, o Michiel Huisman el segundo Daarios Naharis, en «Juego de tronos«.

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Así que se trata de una serie redonda que, con razón, ha cautivado a todo tipo de públicos. ¿Habrá segunda temporada? No sabemos porque la historia está cerrada, según su creador. Se especula, por eso, con una antología al estilo de «American Horror Story«, así que estaremos atentos.

¿ES PORNO «EL CUENTO DE LA CRIADA?

En la segunda temporada de «El cuento de la criada» muchas voces apuntan a lo pornográfico de esta serie. Y no puedo estar menos de acuerdo. Creo que todas las escenas de la serie están justificadas. Incluso aquellas en las que la denigración es evidente. Se trata de un derechazo en la mandíbula a una sociedad actual todavía machista. Y es que, aunque evidentemente se han conquistado muchos derechos para las mujeres, todavía necesitamos ficciones como ésta que lleven situaciones al extremo y nos hagan reflexionar.

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Es verdad que muchas veces dan ganas de mirar hacia otro lado con según qué planos e incluso tirar la toalla dejando de ver la serie. Podemos vernos incluso reflejados en algunas situaciones: silencios complices, cobardías o comentarios fuera de lugar.

Pero “El cuento de la criada” es mucho más. Se trata de una de las series más cuidadas, planificadas y pensadas de los últimos años. Me hace gracia cuando acusan a «The handmaids tale» de lentitud. ¡Pero cómo va a ser lenta una serie que en cada plano ofrece tanta información! Cada mirada tiene un por qué, cada encuadre transmite y desde el punto de vista de realización o fotografía es casi perfecta. Además se nota que los premios Emmy que se llevó en 2017 han hecho que tenga más presupuesto en la segunda temporada. Y eso se nota. Por ejemplo en las imágenes que recrean las colonias de Gilead hay miles de dolares invertidos. Y la ficción crecerá todavía más cuando empiecen a profundizar en los movimientos de la resistencia para acabar con esa dictadura religiosa. Creo que ahí habrá más acción al estilo de la serie V en las que los rebeldes lucharán por acabar con el poder establecido.

La estrella de «El cuento de la criada»

ELIZABETH MOSS

Y qué decir de Elizabeth Moss. Ya lo bordó como Peggy Olson en “Mad Men” y aquí es la indiscutible reina de la fiesta. En la primera temporada se comía con patatas a un “cartoniano” Joseph Fines. Todo orbita en torno al personaje de Defred. Desde el jardinero/ espía, a la señora Waterford, pasando por el resto de actrices secundarias. Todos estos personajes sólo adquieren sentido cuando interactúan con June. La trama avanza en función de su sufrimiento. Me recuerda en algunos momentos a Leftovers de la que ya hablé en este blog. En las dos hay sufrimiento gratuito, aseguran algunos. Yo no lo opino y es lo que he intentado argumentar en este post: esa angustia tiene su razón de ser. Remover conciencias por un lado y hacernos “disfrutar”, por otro, con una serie redonda en todos los aspectos.

¿HOMBRES ORQUESTA O PERIODISTAS?

Periodista y hombre-orquesta

Estas últimas semanas corren por la red fotos preocupantes a la hora de medir el estado de salud del periodismo. No es que el periodista esté en vías de extinción. Es que se está desvirtuando la profesión. Y tenemos que preguntarnos si queremos ser periodistas u hombres-orquesta.
Está claro que las nuevas tecnologías son fundamentales para no quedarse atrás y desarrollar un buen trabajo en el mundo 3.0. Pero no podemos convertirnos en hombres-orquesta. Fundamentalmente porque si tenemos que estar pendientes de grabarnos, de que entre el audio y de enviar la señal, no vamos a hacer correctamente nuestra labor que es informar con rigor y contar historias.

PERIODISTA  CON PALO

Periodista haciendo una conexión en directo con un palo de «selfies»

Las empresas están encantadas. Claro. ¿Por qué? Porque para realizar una conexión en directo vía satélite se necesitan mínimo 4 personas. Y de la forma que vemos en las fotos, se hace sólo con una. Lo triste es que los medios de comunicación tienden a esto: el redactor que narra un partido, a la vez cuelga fotos en la red y posteriormente escribe la crónica. Si además hace el pino puente, mejor. Nosotros lo permitimos y la empresas: clin, clin, caja. A otra cosa mariposa.

Lo peor es que, muchas veces, somos cómplices de estas situaciones. Por un lado por aceptarlas y por otro porque no tenemos fuerza como colectivo. El de los periodistas es uno de los gremios menos corporativos. Los médicos se apoyan entre ellos, a veces incluso de manera excesiva. Los arquitectos también. Pero a nosotros nos ocurre lo contrario. No denunciamos las situaciones injustas que vemos cada día. Pocas veces alabamos el trabajo de un compañero. Si podemos tirarnos piedras, mejor que mejor. Da igual, incluso, que acaben en nuestro propio tejado. Y con twitter ni os cuento: los linchamientos, a la orden del día.

Así que en parte somos culpables de todo lo malo que nos ocurre. No digo que lo merezcamos, pero casi. Tenemos cerca de un 50% de periodistas en paro y somos una de las profesiones peor valoradas. Pero bueno, como comemos y bebemos gratis en los «saraos», todo en orden.

Larga vida al festival de Vitoria

Festivales sobre cine hay muchos a lo largo del año. Pero de televisión sólo uno, el de Vitoria. Parece que nos dé vergüienza hablar sobre la tele. Sobre todo bien. Ya lo comentó Susanna Griso en la gala de clausura. De hecho casi todo el mundo habla mal y dice que no la ve. Pero luego los datos de los audímetros muestran lo contrario. Está claro que en televisión se cometen algunos pecados. Soy el primero en criticar programas del estilo «Sálvame«. Pero hay muchas otras producciones que tienen tanto mérito como cualquier peli buena. Ejemplos ha habido entre los premiados en esta edición del FESTVAL. «La Operación Palace» de Jordi Évole puede ser censurada desde un punto de vista ético, pero evidentemente es un producto audiovisual de primer orden. «Cuentame» ha reunido a toda la familia delante del televisor durante 13 temporadas, que se dice pronto. Con «El Príncipe» esta primavera ha ocurrido tres cuartos de lo mismo. Y «Alaska y Coronas» es un ejercicio de realización muy innovador.

Hiba Abouk

Hiba Abouk en la alfombra naranja del FESTVAL

Así que este festival convierte durante una semana a Vitoria en el epicentro de la televisión. Reúne a famosos, pero también tiene jornadas donde debaten los profesionales que trabajan pariendo ideas. En mi opinión esas jornadas son todavía más interesantes que los estrenos de los programas o que la glamurosa alfombra naranja. Ahí es donde se piensa y planifica el tipo de televisión que veremos en los próximos años.

Festival de Vitoria de televisión

Mesa redonda sobre «Segundas pantallas en televisión»

En la mesa redonda organizada por Vertele se debatió sobre segundas pantallas y cómo las cadenas están intentando encajar el tsunami en que se han convertido las redes sociales y los dispositivos móviles.  Quedó patente que Digital plus con Yomvi es la cadena que tiene más clara esta materia. Y es que han hecho una apuesta nítida porque el espectador pueda ver las series y las pelis cuando y donde quieran. Telecinco lo intenta, pero no le termina de funcionar. Porque poner a Tania Llasera en «La voz » a leer tuits delante de un plasma no es apostar por las redes sociales. Y los demás capean el temporal como pueden.

En el debate sobre las series de ficción, los directores hablaron del buen hacer de la ficción nacional. Es curioso la mala fama que tiene el cine español y lo bien valoradas que están nuestras series. Además tienen audiencias millonarias, cosa que en el cine casi nunca ocurre. Los directores mostraron, sin embargo, su interés en que les dejen filmar capítulos más cortos, como ocurre en la ficción internacional. Querrían hacer emisiones de 50 minutos tipo «Breaking Bad» o «Perdidos«, pero aqui las cadenas mandan y se tienen que adaptar a lo que les piden: llenar todo el prime time.

La conclusión es que la televisión  goza de buena salud y el FESTVAL tambén, así que el año que viene repetiremos experiencia.