Da mucha pena lo que está pasando con el cine. Las salas se vacían y todo apunta a una lenta muerte. Por lo menos del cine como lo concebimos ahora de ir a la taquilla, pagar 7 euros y entrar a ver la peli. Y es que creo que una de las soluciones puede pasar por lo que han hecho en una sala de Barcelona implantando tarifa plana para ver todas las películas al año por 30 euros. Que ha sido todo un éxito
En Estados Unidos han probado otras fórmúlas como entradas VIP a precio de oro, en las que ofrecen ver la pelí dos días antes del estreno. Además recibes un pack de regalos que incluye póster, una bolsa de palomitas y gafas 3D. Creo que esa no es la solución y estoy seguro de que aquí no funcionaría porque no veo a los españoles dispuestos a pagar ese dineral por una sola sesión.
Además, aquí tenemos otro handicap y es el descrédito del cine patrio: a veces con razón y otras veces, no.
Se han hecho muy buenas películas, pero también se han producido un puñado de bodrios, subvencionados encima por instituciones públicas. Además algunos actores, como Willy Toledo, se han dedicado más a significarse politicamente que a su profesión.
Y hay otro factor que creo juega en contra de los cines y es que las series de televisión cada vez tienen más calidad. Cada capítulo dura 50 minutos, te enganchas rápido y las ves gratis en casa. Aunque tal vez con las series se puedan volver a llenar salas. Porque ¿quién no pagaría por ver, por ejemplo, «Juego de Tronos» en pantalla grande y con buen sonido? Eso sólo el tiempo lo dirá.