Mes: abril 2015

EL MISTERIO DEL «MINISTERIO»

ElMinisterioDelTiempo

¿Dónde está el truco para que una serie histórica como «El ministerio del tiempo» haya seducido a crítica y público? Una combinación de muchos factores, pero, en mi opinión, la clave está en los guiones. De hecho sólo a unos guionistas brillantes se les ocurriría introducir en el último capítulo de la temporada a Jordi Hurtado como funcionario del tiempo. Porque el resto de elementos son parecidos a los que se utilizan en otras series del estilo. Los actores, los escenarios, los efectos especiales, no difieren de las demás ficciones españolas. Pero los guiones marcan la diferencia. Meten con maestría ese humor español de reírnos de todo y de todos. Algunas secuencias son irreverentes. Otras están cargadas de emotividad. Y los capítulos no se hacen largos. Al contrario. Si a eso sumas que trabajan muy bien las redes sociales. Que aportan valor a través de la enseñanza de la historia. Pues han dado en el clavo. Porque es admirable que en un país donde triunfan los «grandes hermanos» y «tronistas», hayan conseguido que Lope de Vega sea trending topic durante dos días o que se disparen las búsquedas en internet sobre historia de España. De hecho en los colegios deberían proyectar la serie. Seguro que asimilaban más que con las «chapas» de muchos profesores. ¿No es mejor aprender visualmente sobre el «Lazarillo de Tormes» o «El quijote«, que con unos tochos escritos en castellano antiguo, indescifrables para la mayoría de niños?

Actores españoles de la serie "El ministerio del tiempo"

Rodolfo Sancho y Cayetana Guillén Cuervo

Televisión Española, esta vez, ha dado en el clavo. Está atrayendo gente joven a la 1 y recuperando a otros, como es mi caso, que habíamos desconectado de la cadena hace mucho. «El ministerio del tiempo» es un ejemplo de transmedia. Los contenidos viralizan en la red y generan casos curiosos como fans que diseñan juegos de rol con los personajes. Los «ministericos«, se han convertido en prescriptores entre familiares y amigos, y en realidad son los que  han conseguido la renovación de la serie. Algo por la que poca gente hubiese apostado a priori.
Lo malo es que la competencia aprieta: «La voz» ha hecho pupa y la audiencia ha caído varios puntos, pero por el bien de la cultura, esperemos que en la segunda tanda, remonte el vuelo y se mantenga en antena durante muchos años.